Paso a diario por este lugar, situado en la glorieta de San Lázaro, junto al cementerio San Fernando de Sevilla. Y me llamo la atención y el abandono que sufre este edificio. Así que rebuscando un poco en la historia, os cuento.
Cuando Fernando III conquistó la ciudad de Sevilla, al norte de la ciudad despuntaba una torre, la Torre de los Gausines, que se utilizó como lugar en torno al cual agrupaban a los leprosos que enfermaban.
Esta torre que forma parte del Hospital de San Lázaro, lugar que tras la conquista, su hijo, Alfonso X el Sabio funda en el siglo XIII, y encomienda a la Orden de San Lázaro alimentar, recoger y curar a todos los enfermos de Sevilla, Huelva y Cádiz.
Mientras que al sur de la ciudad se ubicaron los templos del poder civil y religioso, Mezquita Mayor, Reales Alcázares, Catedral, Casa de la Moneda…, este magnífico edificio del que escribimos se dedicó desde su fundación a atender a los pobres y enfermos de la ciudad.
El conjunto del edificio del Hospital de San Lázaro incluye una iglesia de estilo gótico que es una de las más antiguas de Sevilla y al parecer de las más bonitas y desconocidas, se encuentra cerrada desde 1998 en espera de ser restaurada, noticia esta que parece se producirá en breve. Desde entonces, hace doce años, está a la espera de que se acometa su restauración. El templo, que llegó a tener privilegio de parroquia especial con pila bautismal para administrar el Sacramento a enfermos y personal del hospital, tiene distribución basilical y en su interior, cuentan, hubo un retablo de Villegas Marmolejo. Hoy permanece cerrado cal y canto y aunque se habla de planes de rehabilitación del inmueble, declarado bien de interés cultural, de momento no ha trascendido proyecto alguno que permita recuperar una iglesia muy ligada, como el propio hospital, a la historia de la ciudad.